INTERVIEWS
- - Radio Interview (español):
Martín Bakero
Por Ernesto González Barnert
Radicado actualmente en Francia, Martín Bakero (1974, Stgo) accedió generosamente a responder las preguntas de siempre, plantearnos un poco de las coordenadas donde descansa y avanza su trabajo poético. Un bardo que en palabras de Martín Gubbins dice: « La obra y la actitud creativa de Martín Bakero son formas infinitas de decir la palabra libertad. Escribe con palabras, imágenes, sonidos y movimientos. Con lápiz y papel, computadores y con su propio cuerpo. Abarca desde el mensaje llano hasta lo más abstracto y complejo. Es un performer profesional de su poesía como existen muy pocos en nuestro país. Poesía poseída la de Martín Bakero. En cada lectura prueba que la precariedad intrínseca de todo texto es a la vez su fuente de vitalidad y riesgo. Nos recuerda que el lenguaje de cada poema es poseído por el lenguaje, la voz y el cuerpo de quien lo lee. Bakero es poseído por sus poemas poseídos y nos invita a serlo también por una poesía a la vez dócil e impaciente, como los ríos a los que canta, los fluidos ». Sin duda, un buen poeta que nos enseña a no ponernos límites ni amarrarnos. El arte es una cosa que tiene que volar, donde tenemos que respirar todos. Obviamente, cada uno es libre de hacer lo que quiera, pero tiene que saber lo que están haciendo, de dónde viene, lo que es. Imprimirle su propia personalidad. Y lo demás se dará por añadidura. Respiremos –con todos nuestros sentidos- a este curioso y lúdico poeta de la república, a veces un poco candoroso en su tratativa, pero siempre encantador.
– ¿Cómo llegaste a la poesía?
– Creo que el primer contacto con la poesía es el soplo, al menos eso he estado investigando en los últimos años, el universo pneumátiko. No tolero que el imaginario cultural haya transformado la primera manifestación de contacto con el mundo en un llanto: hasta con palmazos nos reciben. O sea en mi época se usaba nacer llorando. Palmas que con el tiempo pueden llegar a despegar en aplausos. Si tuviéramos más recepción con la poesía, nos recibirían manos de músicos dirigiendo un coro de madres y padres, amplificando nuestro primer respiro con sus cantos. Pero siempre se llega en pelotas. Más bien a través de los orificios del cuerpo, de todo tipo de cuerpos: cuerpos semánticos, sonoros, táctiles, visuales, genitales, etcétera… Ahora trabajando con el autismo me he percatado de que los gritos forman las primeras imágenes acústicas en la mente en formación, o sea que la mente se traza, en un principio, más por el sonido que por el sentido: el sentido es un pretexto del sonido.
Tuve la suerte de criarme, en mis primeros años de vida, con mis abuelos. Mi abuelo materno Jorge Mario estudiaba sonido por correspondencia y me andaba grabando en stereo, con dos micrófonos como una doble serpiente o un águila bicéfala, todo el día, para después editarlo en la noche y escucharlo durante todo el resto de su vida, deleitándose. Él me transmitió la alegría de vivir, la alegría del juego y del sonido. Mi abuela Teresa me leía poemas de románticos alemanes, ingleses y franceses: en vez de cuentos de cuna antes de dormir. Al despertar me vendaba los ojos y me llevaba a identificar por los aromas el nombre de las flores que ella cultivaba en su jardín, siempre cambiando de recorrido. Si apuntaba a cinco, me esperaba un litro de jugo de naranja y zanahoria: mi piel llegó a ponerse anaranjada naranja de tanta algarabía. Todas las noches se escuchaban sonidos, se leían poemas y se danzaba tango. Dando juego y poesía que contrarrestaba la realidad de cada día en casa de mis padres.
Luego aprendí a leer, por sílabas, y ahí el mundo se iluminó. Todo, incluido el sol, se podía leer. Pedí que me trajeran el libro más importante del mundo. Como mi abuela era mística y católica me trajo la Biblia, recomendándome el antiguo testamento. Resultado: me la tragué entera, desde el Apocalipsis al Génesis y viceversa… Meses después pedí el segundo libro más importante en la historia del ser humano, tuve mejor suerte esta vez y me llegó Don Quijote de la Mancha. Me leí el primer capítulo y decidí ponerme a escribir. Como en ese entonces no sabía lo que era crear un texto, empecé a copiar todo lo que pasaba por mi lectura: textos en las calles, letreros de neón, artículos de periódicos, novelas de ciencia-ficción, poemas, cartas al director, Finnegan’s Wake, etcétera. Textos que copiaba en máquinas de escribir hasta construir un gran palimpsesto.
- ¿Qué ha significado para ti la Poesía?
– ¡Vivir!… Sin más ni menos. Sin la poesía me habría suicidado o enloquecido hace bastante tiempo. En un momento de mi pre-adolescencia me quería suicidar, la vida me parecía muy triste y aburrida con mi familia yendo al mall o al restaurant. Dos días antes de cometer mi plan fatal, cayeron en mis manos unas naves espaciales, especiales: ¨Manifestes Surréalistes¨ de André Breton, ¨Le pèse-nerfs y “L’ombilique des limbes” de Antonin Artaud. Ahí se postulaba la posibilidad de transformar la vida a través de la poesía. Devoré automáticamente los textos de los autores que ellos mencionaban: Jarry, Apollinaire, Rimbaud, Marx, Nietzche, Baudelaire, Lautreamont, Roussel, Tzara… por nombrar unos pocos. Me acordé que desde pequeño yo estaba metido en la poesía. Que ya no se restringía al mero acto de escribir o recitar poemas; sino a un modo de vivir, a una ética de la metáfora, una poética. Ahí tuve que decidir entre morir, o vivir y ser poeta.
Desde entonces la poesía es para mí una brújula, un compás, una escuadra, una lupa, un telescopio, un parlante, un termómetro y un astrolabio. Puedo entrar en cualquier tipo de investigaciones y experiencia sabiendo que la poesía es mi eje.
- ¿Para quién escribes?
– Para usted, para el Otro, para el representante en usted de lo que no conozco y anhelo acoger.
- ¿Cuándo escribes necesitas algo a tu alrededor, alguna cosa, haces algo en particular, etc?
– Siempre he sostenido que no es difícil escribir, sino el proceso de ponerse en el estado de hacerlo. Es como en el toreo: cuando el toro entra en “el sitio” ya todo está jugado. Pero para llegar a él hay toda una preparación, y esto es el trabajo: preparar el terreno para que la musa fluya en moldes maravillosos. Todo lo que sea útil a cada poeta para preparar el terreno, es sagrado. Todo consiste en ponerle alas a las botas del deseo.
Cuenta el cabalista Isaac Luria, que en un momento Dios se aburrió de estar en todas partes, todo era perfecto no “pasabanada”, y ahí se produjo el tsimtsum. El creador se retrajo para dar a luz, para dejar el espacio a lo desconocido. Es como los momentos en que los niños autistas empiezan a hablar. Einstein empezó a hablar muy tarde, un día que por error le trajeron una sopa fría. Ahí se dio cuenta que algo fallaba en la perfección. Desde ahí comenzó a hablar, a pensar y a escribir. En el fondo todo canto nace de la falta, de los orificios, de recuperar los fragmentos de luz desparramada en los alrededores del vacío.
- ¿Cómo es tu proceso escritural? ¿Cómo trabajas hasta concretar un poema?
– A ver, a veces pienso que es el poema quien me trabaja. Uno es como una antena que percibe poesía. Por eso es importante pulir su espejo. No digo sólo de mirarse a sí mismo, sino que el espejo sea como un telescopio o un diamante. Que transforme las posibilidades del soplo y de la luz, vengan de donde vengan.
Siempre ando anotando versos, ideas, imágenes, sorpresas de la lengua. Luego cuando alguien me pide editar o presentar algo, vuelvo a algunas notas tomadas y las desarrollo. Las mezclo, las reciclo o me despiertan algo nuevo. Otras notas me parecen sin interés y las quemo o las boto.
Pero el poema no alcanza a configurarse completamente en la página escrita. Platón y Derrida sostuvieron que la escritura fue creada por los dioses como un suplemento a la memoria. ¿Que pasa con la imaginación? Por eso experimento en sonido y en imagen, y también trabajo con amigos a quienes admiro. Para así crear formas nuevas, exclusivas a cada singularidad, a la singularidad del tercer ser que se crea cuando se juntan dos. Experimentar en su laboratorio, salir, escuchar, reír y filosofar: para aportar aire al pneuma del poema que está por venir.
- ¿Es necesario que el escritor sea un hombre comprometido?
– Comprometido con su deseo, como todo ser vivo. Con el deseo del Otro.
- ¿Qué poetas, escritores, artistas o experiencias han marcado tu cocina literaria y también la propia vida?
– Muchísimos. Todo creador que haya profundizado en su singularidad y no se haya dejado callar por la realidad, ni tampoco abandonarla. Los que crean otras realidades. Sólo para darte un ejemplo vienen a mi mente dos grandes exploradores de la segunda mitad del siglo XX: Ghérasim Luca et Henry Chopin, sólo para saludar a un par muy importante de la mejor gas-tronomía…
- ¿Cómo ves la poesía actual chilena? ¿Y dentro de ella a tu promoción?
– En Chile es fantástico lo que pasa en poesía. El Rapa-Nui es como el Cabaret Voltaire en la primera década del 1900, ahora en la primera década del 2000. Chile está lleno de monstruos poetas. Una fauna impresionante. ¿Si cada uno explotara un poco más su vacío? Trabajo de cerca con la gente del Foro de Escritores y de Lanzallamas, su trabajo es formidable.
No creo en eso de las promociones, es como si estuviéramos en el colegio o en la milicia. Me interesa y admiro toda la gente que es capaz de reunirse, respetando sus singulares diferencias. Otros grupos como el de Santa Rosa 57 y tantos más que no conozco pero que se reúnen, articulando sus experiencias, me merecen mi más profunda admiración
- ¿Qué opinión te merece los talleres literarios?
– Ninguna, excepto cuando se respeta la diferencia y no sólo se critica a los autores para moldearlos a lo que cada uno cree saber.
- ¿De tu obra si tuvieses que elegir un poema o fragmento…cuál?
– Los apócrifos .
- ¿Qué libros nunca has podido terminar de leer?
– Hay libros que nunca quiero dejar de leer, sin terminarlos jamás. Como Don Quijote, Finnegan’s Wake, The Book of Kells, El Arte General para todas la Ciencias de Ramón Llull, Lois de Fin’Amors de Truc Malec, La Gaya Scienzia, De Rerum Natura, el Tao Te King, los haikus de Issa y Basho, Don Quijote, Trilce… Para nombrar sólo un racimo. Hay muchos más que se me olvidan.
- ¿Cuál es para ti el gran libro olvidado de la poesía chilena?
– El “Sol de Lenguas” de Humberto Diaz-Casanueva.
- ¿Cuál fue el último libro de poesía chilena que leíste?
– Banda Sonora, de mi amigo, colega y compadre Andrés Anwandter.
- ¿Qué libro estás leyendo ahora?
– Varios, pero en este preciso instante, mientras te contesto, “L’Univers Sonore” de P.G. Adrian , “Tsimtsoum” de Marc-Alain Ouaknim, releo Garcilaso de la Vega; y los textos de las pitonisas en “Delphos”, editado por Jean-Paul Savignac en la fermosa colección de “La différence”, ediciones “Orphée”. “Formulas para Andar durante el día” de los antiguos y esplendorosos egipcios (incorrectamente traducido como “Libro de los Muertos”)
- ¿Cómo ves hoy por hoy la industria editorial? ¿Como autor qué soluciones le daría a este problema?
– Leer Marx y Fourier
- ¿Qué piensas de los Premios literarios?
– Lo que reemplazó a los mecenas en este capitalismo salvaje. Pero como decía un amigo: “Los premios son para las Misses.
- ¿Quién te gustaría que recibiera el Premio Nacional de Literatura?
– El que escupió en la tumba de Pinochet.
- ¿Qué te parece este Chile ad portas del Bicentenario? ¿Su política cultural para con la Poesía?
– No la conozco.
- ¿Qué palabras le dirías a alguien que está comenzando en esto de la poesía, alguien que ha decidido ser poeta?
– Como decía mi amigo, el capitán de fragata Cristóbal Palacios, refiriéndose a las prácticas de blanco, que no sea “Tiro Corto”.
- ¿Cuáles son los 10 libros que recomiendas leer?
1, Las líneas de la mano
2, Las arrugas del cuerpo
3, Inventar nuevas constelaciones en el cielo. La escultura fugaz de las nubes.
4, El musgo de la vegetación.
5, La espuma de mar. La resaca de las olas en la arena.
6, El desorden de las piedras.
7, El vaho del soplo en los cristales
8, Los entuertos del sueño.
9, La geografía del deseo.
10, El vacío
- ¿Qué opinas de las nuevas formas de difusión literaria por Internet como revistas literarias, blogs, páginas sobre literatura?
– Ecológico
- ¿Qué cosa últimamente te quita el sueño?
– Todo está inundado de sueño.
- ¿Qué te escandaliza?
– Nada… Quizá un poco la hipocresía.
- Y por último ¿A qué le tienes miedo?
– A lo típico.
P.S: Como decía mi amigo Anselmo De Rocka, citando a Carlos Caszely: “no tengo porqué estar de acuerdo con lo que pienso” (sic)
Martín Bakero en Youtube
http://www.youtube.com/watch?v=8_RhxQJ8mM8
http://www.youtube.com/watch?v=toIQLL-_doQ
http://www.youtube.com/watch?v=lfQS_q9GwFs
http://revista.escaner.cl/node/1899
Por Elizabeth Neira
elizabeth.neira@gmail.com
Cuando el poeta Martín Bakero se fue de Chile, huyendo no de los terremotos como podría pensarse, sino del lenguaje, y llegó a París el año 98, con la intensión de hacer un doctorado en sicopatología, tuvo la suerte de conocer a los pocos días, en el bar indicado, a las personas indicadas. Se trataba de un grupo de poetas con una marcada inclinación a la experimentación sonora, lo mismo que él, quienes lo invitaron de inmediato a una lectura en un lugar donde las nuevas tendencias eran la línea de trabajo. Había encontrado a sus pares.
El problema fue que Bakero no hablaba casi nada de francés por lo que leer en un auditorio compuesto casi exclusivamente de francoparlantes, se transformó rápidamente en un dilema cuya solución devino en la obra.
Esta consistió en un huevo (como el huevo de Colón) hervido y cocido en el escenario, en la mesa de lectura, el que luego, en la boca del poeta, se transformó en un verdadero traductor del lenguaje de Babel.
“Como no sabía qué hacer, cocí un huevo en una hervidora y me lo puse en la boca y traté de leer así” cuenta de esa performance que le valió una inmediata aceptación del público galo que entendió perfecto el mensaje que el cruce de lenguas implicaba en la su situación.
“Después de ese recital se me acercó gente y me dijo: Oye lo que tú haces es poesía sonora” y a me dio mucho gusto saber que lo que yo hacía se llamaba así, porque acá pasaba por una pintada de monos, sentí que estaba en el lugar correcto”
- Cuando te vas de Chile,¿Lo haces escapando de esa falta de espacios, de criterios para la poesía experimental?
Yo creo que me fui un poco de Chile escapando del castellano, de la lengua materna, escapando también de una poesía que para mi gusto se había transformado en algo muy semántico. Yo quería mas libertad, huir del sentido de las palabras. Quería hacer algo más cercano al objeto. Ocupando un poco el cliché de Huidobro, “Hacer florecer la rosa, no cantarle a la rosa”. También me fui escapando un poco del ambiente poético chileno que es muy cerrado, muy estructurado, muy vinculado a grupos generacionales o vinculados a instituciones como el taller de la Fundación Neruda. Yo siempre me alejé de eso. Me fui buscando oxígeno.
La poesía experimental en Chile tiene una tradición que viene desde Huidobro a nuestra época, pasando por Juan Luis Martínez, CADA, etc. ¿Eran los 90 receptivos a esta tradición?
Cero receptividad. Cuando yo comienzo a escribir, la época post Pinochet, en Chile no había nada, comparado con lo que sucede ahora por ejemplo. Por eso todo se aglutinaba en torno al taller Neruda porque no había nada más. Pero aparte de las charlas hasta altas horas de la noche y el acostumbrado “Box” entre colegas, no había una reflexión seria en cuanto al poema, a su evolución.
¿Y para dónde iba en esos momentos tu poesía?
Lo que yo estaba comenzando a hacer ya tenia mucho que ver con el sonido y lo visual, con el poema hecho carne, movimiento, cuerpo, mas allá del texto y la metáfora.
¿Qué poetas eran tus referentes?
Siempre me interesó mucho lo que hacían las vanguardias de principio de siglo, por supuesto la obra de Juan Luis Martínez, Guillermo Dreissler, siempre fui sensible a esa ruptura, a esa sensación que venia de los grupos vanguardistas, de ciertos poetas que se plantearon frente al poema como una creación que involucraba vida y arte. Por eso mismo nunca pude leer sentado en una mesa, siempre me tuve que parar, subir sobre algo, hacer con el cuerpo un movimiento que tuviera que ver con el impulso. Yo necesitaba que el poema hablara a través de mi, yo solo ser el medio, el canal, la antena que permite que el poema se manifieste. Entonces claro, eso provocaba muchas reacciones adversas en el medio local.
¿Por qué Francia y no Brasil por ejemplo donde estaba todo el desarrollo iniciado por los concretistas?
En ese momento yo no conocía mucho a los concretos y por el otro lado había sido muy influenciado en la adolescencia por Apollinaire, Rimbaud, Mallarmé, que hablaban de las calles de París, calles que eran parte del poema. Me interesaba igualmente el francés fonéticamente si bien no entendía nada. Por otro lado, está el tema de que la sociedad francesa si bien es una sociedad completamente burguesa y estructurada, tiene por el arte y por el arte experimental un respeto que acá no existe. Es cierto que es muy difícil sobre todo para los inmigrantes, pero al mismo tiempo hay reconocimiento por lo que estás haciendo si lo haces de manera consciente, intensa y sistemática.
¿En qué sentido cambia tu obra con la llegada a París y tu inserción en este grupo de experimentación?
Cambia radicalmente ya que yo me encuentro allá con gente que sabía más que yo acerca de lo que estaba haciendo y me lo hacen ver, entonces me pongo a investigar y a descubrir muchas cosas. Encontré más que un camino, un método de investigación y de experimentación. Me di cuenta que el sonido había sido desde niño un camino mucho mas rápido a lo que yo quería decir en poesía.
¿Y que te pasa con la visualidad?
Es que yo no separo las cosas.
Pero, ¿Se podría decir que el eje de tu trabajo poético hoy es el sonido?
Para mi estos años ha sido mas o menos así. También he trabajado mucho en lingüística y hago un seminario para sicoanalistas sobre poéticas del inconsciente, que es cuando el pensamiento se estructura a partir de una cosa ecolálica, mas en un trabajo sonoro que en un trabajo de sentido. Los niños y los locos lo saben, ellos juegan con las palabras, con sus ecos, sus sonidos.
¿De eso se trata la poesía neumática?
Lo neumático tiene que ver con el aliento vital, con el soplo, que recibimos al nacer y que se nos va al morir. El neuma sería lo que transmite la vida a los objetos. Con poesía neumática yo quería nombrar ese momento en el cual al hablar o al poetizar, tú das vida a algo. A mi me interesa el poema en cuanto es una creación de vida, eso pasa por aspectos visuales, aspectos performáticos, sonoros. Yo no hago mucha diferencia en todo eso porque en un recital mío hay elementos visuales, sonoros, perfomáticos. Ocupo todos los elementos que tengo a disposición para dar vida a la obra, a lo que se está comunicando a través de mi y que muchas veces ni yo lo sé. Un momento clave en un recital es cuando estoy leyendo un texto y atravieso ese texto y aparecen otras textualidades que se manifiestan como en una especie de trance. Entonces los elementos estéticos están en función de comunicar este neuma que me atraviesa y que viene de no sé dónde. Más que interesarme lo que es poesía semántica, poesía visual, poesía sonora, es el momento en que se pierden los límites y se exploran nuevas fronteras
¿Cómo incorporas lo poético a tu trabajo en terapia?
Bueno, yo soy por formación sicoterapeuta y por mucho tiempo mantuve separados estos dos dominios, el del arte y el de la terapia. Como terapeuta he trabajado toda mi vida con esquizofrénicos, autistas y enfermedades relacionadas con el lenguaje. En la esquizofrenia por ejemplo no hay diferencia entre las palabras y las cosas. Entonces hay en la enfermedad mental una relación con lo poético que siempre me interesó, pero siempre mantuve siempre esa separación porque en Chile cuando yo trabajaba en el psiquiátrico era impensable juntar el ámbito clínico con lo poético. Entonces en el día yo tenía mi doctor Jekill e iba al hospital todo riguroso y de noche eran las reuniones con los poetas, era extravagante, con borracheras y toda esa esquizofrenia. Eso hasta hace algunos años cuando comencé a juntar estos ámbitos y creamos junto a un amigo belga, este concepto de TERAPOETA.
¿Algo similar a la sicomagia de Jodorowsky?
Si por supuesto. Alejandro ha sido desde que lo conocí en Chile a los 17 años una persona muy importante para mi. Yo le dije un día “mira tengo un dilema, soy sicoterapeuta, tengo mis estudios y todo, pero también quiero ser poeta, ¿Qué elijo?” y el me dijo, “Pero por qué tienes que elegir una. Haz las dos” y de a poco fui juntando los oficios. Me di cuenta que yo era muy útil en la terapia de la locura gracias a mi trabajo con la poesía y que eso era un plus con mis pacientes que facilita el contacto. Por otro lado mi trabajo con la locura me da para la poesía un conocimiento de los lenguajes del inconsciente que no tienen los demás. Entonces hace poco empecé con estos talleres de TERAPOETA donde trabajo con artistas médicos y terapeutas.
¿Haras esos talleres acá en Santiago?
Si, los he hecho en Santiago, Barcelona, Madrid. Es probable que en agosto del 2010 haga uno acá en Santiago y están invitados toda la gente que está vinculada con el arte y también con la salud. No es arte terapia sino mas bien la terapia como un arte.
Pagina web:
http://www.myspace.com/pneumatiko
Las fotografías son de http://www.myspace.com/pneumatiko/photos